In Trouble, de Katherine Ryan (2017)
Temas: Caitlyn Jenner, Kardashians, envejecer, Titanic, soltería, judaísmo, circuncisión, Joan Rivers, Bill Cosby, Taylor Swift, Estados Unidos, Donald Trump, Canadá, sexo oral, pieles de animales, Filipinas, madre soltera, mascotas.
Disponible: Netflix
¿Qué significa para mí este especial?
Katherine Ryan es otro de sus momentos de “gracias por el algoritmo, tío Netflix”. En un momento en que la propuesta general (no toda) de Stand Up en mujeres era escasa, y muy orientada a temas de sexo, llegó Katherine para seguir demostrando que se puede hacer muy buen Stand Up desde el punto de vista de una mujer. Descarada, sarcástica, y lo mejor: completamente consciente de quién es, del lugar que ocupa en el mundo, y con una opinión de casi todo (sé que suena a una descripción de “mujer castrosa” hecha por “hombre de los 70s”, pero créanme que es con la mejor intención). Y no, no es tu mamá, o tu esposa, Es Ryan, y preparen las risas.
Aunque sus inicios fueron más enfocados a la televisión, como presentadora de varios programas, fue una gira con Whitney Cummings (¡claro que sí!) la que llevó a Katherine Ryan al mundo del Stand Up. Tengo que admitir que In Trouble no es un especial que frecuente mucho (de hecho, ya es raro que vea un especial repetidas veces), pero el volver a verlo para escribir esta reseña me recordó todos los puntos fuertes de Katherine: un total desinterés en agradar al colectivo popular. Ella quiere ser ella, sin preocuparse demasiado lo que opinen los demás. Tiene una hija, cirugías plásticas y un par de testículos verbales envidiables. ¿No lo creen? Vean este especial, y luego nos dicen.
El Especial
Katherine Ryan empieza su primer especial sintiéndose bien: antes, era parte de un show en el que, muy probablemente, la gente no había ido a ver; ahora, sólo su nombre aparece en el boleto. Se siente tan bien, ahora que, según ella, es toda una Kardashian (específicamente, Caitlyn), que ni le molesta que le estén tomando fotos, aunque el personal del teatro se los debería prohibir, pero vamos, ¡ese vestido morado le queda muy bien! Entre el público, Katherine descubre a una adolescente que estaba con un hombre mayor. El momento incómodo termina cuando se descubre que era su papá el que la acompañaba. A final de cuentas, Ryan siente que su estilo atrae a mujeres jóvenes, y mejor que la estén viendo, a que estén… Haciendo “otras cosas”. Ya cabareteando, Katherine Ryan se encuentra con un gran grupo de mujeres mayores de 30 años, a las que les tiene unos consejos: no se sientan apenadas de envejecer, hay valor y mérito en ser mayor; además, hay una manera de librarse de problemas, pero que sólo funciona con mujeres mayores; y hacerse más pequeñas (con dietas, pues), para ocupar “menos” espacio. Katherine pregunta por las mujeres que salgan con hombres menores que ellas, y sorpresivamente, son varias. Para ella, no es algo común, porque es muy cansado tener que “enseñarle” varias cosas. Recientemente, salió con un hombre menor, se enamoró, pero cuando él “descubrió” que Titanic estaba basada en hechos reales, ¡lo sacó de su casa!
Así que Ryan se siente bien estando soltera, qué es el último grupo al que saluda. Eso no quiere decir que no salga, simplemente no tiene una relación estable, por el hecho de que sus elecciones no son las más adecuadas. Y cuando uno tiene una mala relación, los que lo resienten son los padres (con lo que se pueden imaginar al preguntarse por qué sus hijos eligieron semejante pareja). A inicios del año del especial, Katherine Ryan salió con un judío, pero él terminó la relación, porque ella no era judía, lo cuál la indignó. Después de todo, ¡es una mujer blanca, de clase media! ¿Por qué la habrían de rechazar? O sea, si los blancos lo hacen, está bien, así que, ¿por qué se lo habrían de hacer a ellos? Él intentó darle razones, pero sonaban ilógicas. ¿Qué pasaría si tuvieran un bebé? Específicamente, un varón. Aquí es dónde chocan dos culturas: en Estados Unidos (y en América en general, quiero suponer), a la gran mayoría de los bebés se les practica la circuncisión, sin importar su religión. Pero en Europa, aparentemente, es diferente. Así que, él le muestra “todo” lo que se estaría perdiendo, pero, ¿cómo competir con esa fiesta decembrina que los judíos no celebran? Si fuera contra otra festividad, ahí tal vez sí se podrían comparar.
Uno de los problemas que tiene Ryan es que mucha gente califica su comedia como “pesada, sucia”, como la siguiente (o “anterior”) Joan Rivers. Es hora de un tema incómodo: Bill Cosby. Recordemos que este especial fue grabado entre el 2016 y el 2017, cuando las acusaciones le llovían a Cosby. Katherine Ryan intenta ser empática. A final de cuentas, ¿qué tan “raro” era para un famoso y sus amigos cometer abusos sexuales en los 70s? Y desafortunadamente, no era tan fácil acusar a esas personas en esa época, con el poder que tenían. Pero ahora, que Bill tiene que enfrentar el escarmiento público (y bueno, adelantándonos un poco, hasta un tiempo en la cárcel), resulta que no le gusta que le pregunten si lo hizo, al grado de irse del lugar. A lo cual, con un sencillo experimento y con cero experiencia policial, Katherine demuestra que, muy probablemente, el acto de irse corriendo lo incrimina aún más. Y aunque estos hechos no sucedieron recientemente, Ryan entiende porqué las mujeres que acusaron a Bill Cosby no lo hicieron en su momento: sus carreras estaban empezando, y Cosby era una gran estrella; no les hubiera convenido profesionalmente hacerlo. Para que lo entendamos mejor, Katherine Ryan nos regala unos ejemplos bastante gráficos de lo que Tina Fey y Amy Schumer le podrían hacer, y bueno, por sus “intereses profesionales”, seguramente Katherine no diría nada.
Katherine reflexiona un poco acerca de su gira, y de cómo puede pedirle a varios de sus cómicos favoritos que la apoyen en su tour, lo cual la hace sentirse un poco como Taylor Swift. Porque igual que a Ryan, a Taylor le motivan mucho sus fans, aunque la mayoría de sus fans parecieran ser modelos de cierta marca de lencería (de acuerdo a su Instagram), y no la gente regular, “humanos”, pues. Tanto es el éxito de Swift, que Nicky Minaj tiró una indirecta en Twitter, acerca de sus nominaciones, de cómo éstas se verían beneficiadas si aparecieran más mujeres blancas en sus videos. ¿Cómo respondió Taylor Swift (porque se ve que el saco le quedó a la perfección)? Invitándola a subir al escenario cuando ella gane un premio. ¿Se imaginan lo incómodo y lo “white privilege” que hubiera sido esa escena? Si no se lo pueden imaginar, no se preocupen, Katherine Ryan les presenta una imitación bastante decente de ese escenario. Pero así son los norteamericanos, de acuerdo a Katherine, que en ese momento estaban cerca de las elecciones del 2016. Ya desde ese entonces se veía a Donald Trump como el ganador, y los norteamericanos amenazaban con irse a Cánada (el país donde nació Ryan), y le pareció bastante chistoso que no usaron la palabra “huir” a Canadá, sino simplemente “ir”. Claro, porque el mundo les pertenece, ellos se pueden ir a cualquier lugar sin ningún problema. A lo cual Canadá respondería con un muro, pero bastante diferente al de Estados Unidos con México, porque no se puede comparar la condición física mexicana con la norteamericana.
Después de un breve intercambio con un hombre fornido del público (un buen ejemplo de su soltería, por cierto), Katherine Ryan nos cuenta un poco acerca de su última aventura, en la que el tipo no le habló durante tres días, después de que estuvieron juntos. Katherine siente que la culpa seguramente fue por ella, porque fue demasiado agresiva en el sexo oral. Pero hay que entenderla: venía de estar antes con alguien muy, muy insensible. Finalmente, ella le habló, y después de un pretexto bastante raro, Ryan le respondió con una gran frase, muy graciosa, pero que mató cualquier intento de relación. En fin, sigamos hablando de su país natal. Mucha gente cree que Canadá es muy bonito, porque lo que normalmente ven es Vancouver. Pero Katherine Ryan no es de ahí, ella es de un lugar llamado Sarnia, y básicamente, es muy tóxico, social y literalmente, y ella no quiere dejar la oportunidad para recalcarlo. Lo bueno es que ella se salió, pero su familia se quedó ahí. la otra que se mudó fue una de sus hermana, pero no salió de Canadá, simplemente se fue al otro extremo del país, y por lo que entendemos, se volvió hippie. La otra se quedó en Sarnia, con Katherine, y a pesar de que les iba mal, tanto en la escuela como en la casa, se la pasaban bien (¡Qué feo juego ese de “Relax”!)
Por lo que nos deja ver, su infancia no fue bonita. En una ocasión, unas niñas hicieron un “periódico”, con Ryan en la portada, burlándose de ella; también estuvieron sus amigas en éste. Todas ellas se molestaron, excepto Katherine Ryan. ¿Por qué no le molestó? Porque desde muy joven se dio cuenta que no todo le tiene que preocupar, o molestar. Para dar un ejemplo, habla de su ropa hecha con pieles de animales, que mucha gente le podría criticar, y va, se puede argumentar el sufrimiento animal. Pero, ¿no sería hipócrita de esa gente si tienen prendas de ropa que hayan sido fabricadas en países donde haya explotación laboral, con niños, como Filipinas? A final de cuentas, las dos víctimas son inocentes, ¿no? Esto, palabras más, palabras menos, lo comentó en un programa de televisión. Acto seguido, le llovieron amenazas de muertes, muchas. Pero en ese momento, reapareció Joan Rivers (no en el mundo, en este especial), desde el más allá, y le dijo algo que la ayudó a sentirse un poco mejor (a ella; a los filipinos, no tanto). Pero ojo: eso lo “dijo” Joan, porque Katherine sería “incapaz” de decir algo así. Así que, si le puede valer lo que opine la sociedad, ¿qué tanto le puede afectar lo que unas amas de casa de Sarnia le puedan decir acerca de su vida sentimental, o de su trabajo? Y que esté soltera no quiere decir que no salga: el año anterior salió con un actor inglés, un caballero, como todos los ingleses, según Ryan, y como tal, en una comida, le hizo un cumplido: no a su figura, su rostro, o alguna parte de su cuerpo… Bueno, sí, pero a la parte más “oscura” de su cuerpo. Sí, a su ano. Imagínense todo el proceso mental que le llevó al señor decir “tienes un ano hermoso”. ¿Alguna vez lo han dicho, o se los han dicho? Lo triste del asunto, es que ni siquiera era “el más bonito”, sino que, en las Olimpiadas del Ano, ni siquiera conseguiría medalla (albur no intencionado).
Ahora, Katherine Ryan nos habla de su hija, Violet. De entrada, nos da un buen consejo acerca de tener hijos, y nos hace ver que no es tan complicado (dependiendo de la edad, claro). Y nos cuenta de un evento caritativo al que fueron, para jóvenes sin hogar, pero en el que había demasiada gente de clase alta, así que algo no concordaba. Todavía peor cuando una persona empezó a hablar acerca de salirse de su casa, y tenía que vivir con sus amigos (lo cual no cuenta como “sin hogar”, ¿no creen?). Apenas hubo un silencio, Violet exclamó algo que hizo ver que, a pesar tener solamente seis años, no se tragaba el cuento. Como diría Louis C.K. en Hilarious, “white people problems” (problemas de gente blanca). Lo que sí, tienen un exceso de mascotas, y eso hace que la vida hogareña no sea tan placentera, sobre todo cuando regresa de un tour. Katherine no tiene problema con ser madre soltera, pero es consciente que es un tema que eventualmente tiene que decir cuando empieza a salir con alguien. Y cuando lo anuncia, hay dos opciones: a) ¡No puedo!, la cual es válida, y cuanto antes, mejor, antes de que se complique; o la b) ¡Seré la ayuda que necesitas!. A ver, amigos: sí, vas a ayudar, pero no vas a “rescatar” nada (en la mayoría de los casos). Lo más probable es que la mamá y el hijo (o hija) ya lo estén haciendo bien, como es el caso de Ryan. Vas a ayudar, pero no eres el salvador, o al menos, no entres con esa mentalidad.
Llegando al final, Katherine Ryan comenta que viajará a Canadá pronto, para la boda de su hermana, en la que dará un discurso, lo cual puede sorprender en Inglaterra, pero en Canadá es normal (el sarcasmo de Katherine es exquisito). ¿Y qué mejor prueba que en un show de Stand Up? Pues agárrense, que Ryan se avienta un discurso en el que reparte golpes a diestra y siniestra, para su amigas, su familia, y claro, la familia del futuro esposo de Kerrie, su hermana. Casi todos los especiales tienen una sorpresa al final, pero Katherine Ryan no es “todos”, así que, ¡esperen una “gran oferta” en sorpresas al final de In Trouble!
¿Qué pasó después?
Katherine continuó con sus apariciones televisivas, pero ahora más cerca de la comedia. En el mismo año de este especial, se unió a Jimmy Carr en “Your Face or Mine”. En el 2018, también con Jimmy, participó en The Fix, un programa en el que se armaban grupos de debates para diferentes temas. Fue hasta el 2019 que pudimos ver el siguiente especial de Ryan, Glitter Room, que mantiene el nivel, si no es que lo eleva, de In Trouble, así que nos limitaremos a no dar más información por el momento.
Katherine Ryan sido tratada por cáncer de piel en dos ocasiones, y al igual que Joan Rivers, no oculta las cirugías que se ha realizado. Y es lo que necesitamos en el Stand Up: honestidad. Es fantástico ver a una mujer que hace lo que quiere, no porque se lo dicte alguien más. Si piensan así, sólo les puedo decir una cosa, y recomendar otra: 1.- Bienvenidos al siglo XXI, ¡felicidades! Y 2.- no esperen más y vayan a ver a esta gran comediante. Tal vez estarán en problemas si lo ven, pero, créanme, son de esos problemas que dan gusto tener.
Frases Memorables de Especial (en orden cronológico)
1.- Envejecer solamente significa que no te moriste.
2.- Soy una mujer rubia, de ojos azules, blanca, de clase media en el 2016. ¡Tengo derecho a todo!
3.- (Al hombre que no le había llamado) Ah, el monstruo del Lago Ness. Así que, ¿persigues a un mito, pero no a una leyenda?
4.- Sí, pero ustedes no son normales: son ordinarias, es diferente.
5.- Si eliges tener hijos, solamente cría a alguien que a la otra gente no le moleste tener alrededor.