Hilarious, de Louis C.K. (2010)
Temas: Muerte, divorcio, vejez, diferencias socioeconómicas, seguridad en aeropuertos, palabras extravagantes, educación de padres, relaciones entre hombres y mujeres
Disponible en: louisck.com, Netflix.
¿Qué significa para mí este especial?
Tengo que confesar que sé lo complicado que será empezar con Louis C.K. Si este blog hubiera salido a finales del 2016, o a inicios del 2017, hubiera sido una apuesta segura. Louis estaba en la cima de su carrera: especial tras especial, películas, series. Parecía que nada le podía salir mal. Irónicamente, lo que le había salido “bien” por ahí del 2005, le regresó con todo el peso del #MeToo a finales del 2017. No vamos a discutir en este momento sus acciones (equivocadas, ciertamente) y reacciones posteriores a la noticia (con lo correctas que me han parecido), vamos a enfocarnos a hablar solamente de su especial Hilarious, lanzado en el 2010.
¿Por qué empezar con Hilarious, cuando tiene especiales antes y después? Porque Hilarious me salvó la vida. Cuando lo vi por primera vez, por ahí del 2013, estaba en medio de una separación, y no sabía quá iba a pasar conmigo y con mi vida. Y ver a un tipo divorciado, no solamente diciendo que estaba bien, pero que además podía hacer bromas al respecto, fue fantástico. Tal vez C.K. ha caído en desgracia, y a pesar de que ya lanzó un nuevo especial post escándalo, no regrese a las alturas que alcanzó anteriormente. De todas maneras, le debo a él, a este especial, el haber podido sobrevivir ese momento sin mayores cicatrices, tanto físicas como mentales.
El Especial
Un divorcio, por más bueno que sea, te lleva a lugares oscuros, te deprime. Algo así pasa con Louis al inicio de Hilarious, donde ahonda en el significado de “hola a todos”, para terminar con un “somos gente muerta que no ha muerto todavía”. ¿Innecesario? Probablemente. ¿Cierto? Por supuesto. ¿Nos encanta? Pff, aquí seguimos. Enseguida, continúa comparando la dificultad de empezar una rutina de Stand Up con el de ligarse a alguien en un bar. En ambos casos, una broma puede funcionar, pero como dice el refrán, “La primera impresión jamás se olvida”. Si es algo malo, será muy difícil lograr nuestro objetivo. En una rutina, es hacer reír a la gente, pero no les puedes decir “ríanse de mis chistes”. En un bar, es ligarte a la persona, y no le puedes decir… No, no se lo puedes decir. Hay que ser más sutiles.
¿Por qué tiene que mejorar esto? Porque ahora está soltero de nuevo, lo cual suena promisorio, pero ya entrado a los 40, no lo es tanto. Y aunque es cierto que el divorcio es bueno si estás en un mal matrimonio, ¿qué sigue después? ¿Te quedas solo? ¿Lo intentas con alguien más? Por el momento dejaste de sufrir, pero, ¿qué viene a largo plazo? Supongamos que quieres intentarlo con alguien más. ¿Qué tienes para ofrecer? ¿Cuánto “vales” en el mercado? Son preguntas que tal vez no te hiciste al momento de salir, pero definitivamente las haces cuando ya estás afuera. Y ojo: parecería que C.K. cierra sus puertas al amor, con su “hay que ser estúpido para ser soltero”, condenando que si una vez salió mal, ¿por qué la siguiente vez saldría bien? Pero con la perspectiva que nos da el tiempo, no solamente sí puede pasar algo bueno, sino que le pasó a él mismo, y por lo que entendemos, le pasó después de su episodio sexual. ¿Lección? Aprendamos del Stand Up, pero no lo tomemos literal, palabra por palabra (por si faltaba mencionarlo, la lección implícita es: No tengas escándalos sexuales, “no es no”).
Es horrible volver al mundo de la soltería. Louis hace unos chistes acerca de masturbarse con Girls Gone Wild (¿se imaginan un futuro donde cancelen todas las rutinas de Louis C.K. hablando de masturbación?), y de los personajes que te encuentras en un antro, tanto de las mujeres que todos nos queremos llevar a la cama, como de los hombres que quieren tener sexo esa noche. Aunque encumbremos a esos personajes en nuestra juventud, hoy en día es inevitable reírse de ellos, y encontrarlos cero atractivos. Hablando de juventud, y continuando con la negatividad, menciona las preparatorias técnicas, donde “los sueños mueren”, ya que pasamos de “puedes hacer lo que quieras” a “hay ocho cosas a las que te podrías dedicar”. Chris Rock discute este tema en su Tambourine (2018), pero ya hablaremos de eso en su momento (puntos extra para ti, lector, si notaste el intento de formato APA).
Enseguida, Louis empieza a odiarse. Es un tonto, al menos su primer impulso siempre es tonto, con teléfonos conectados a perros, y parejas hermosas teniendo bebés ancianos chinos. Y aquí viene lo fantástico: Como una broma tal vez simple, con el debido toque de exageración, te puede llevar a lugares insospechados. No lo voy a spoilear, pero si ustedes creen que a Ricardo O’Farrill le fue mal con el chiste del niño en el parque, ¡prepárense para este chiste! Posteriormente, nos ponemos serios. Louis C.K. critica a la sociedad norteamericana. Tienen todos la tecnología, la comida, los aparatos, y sin embargo no están satisfechos. Emplea la frase “white people problems” (problemas de gente blanca), para comparar un “el cajero me hace elegir un idioma” con “oh nos van a matar todos hoy”. Y sí, como sociedad, tenemos que estar siempre en conflicto, inconformes, como si quejarnos nos hiciera más interesantes. Piénselo, ¿quién de ustedes piensa “mi computadora es una maravilla”? Pareciera que el quejarnos de las cosas que tenemos (para las cuales, muy seguramente, no hicimos nada para mejorarlas) nos hace mejores. Y sí, podría ser mejores, pero necesitamos ver como estábamos hace 10, 20 o 30 años, para poder valorar lo que tenemos ahora. Aplica para viajes, teléfonos y bancos.
Louis es un profesional, y cuando la cámara se acerca mucho, no tiene problema de comentárselo, ¡en pleno especial! Pero este pequeño contratiempo no lo afecta en nada, y le saca el máximo provecho, con risas y aplausos del público. Luego procede a criticar los procedimientos de seguridad sobre una persona “con todos los años de edad” y los límites que deberían existir en ese rubro. Pero así como eso era una exageración, regresa al “white people problems” por la gente que se queja de los aeropuertos, para criticar como hablan los norteamericanos (y probablemente, toda la sociedad actualmente), tanto por el tono como por las palabras que usamos. Palabras como “impresionante”, “hilarante” (la traducción del título de este especial) y “genio”, que desde hace tiempo usamos tan libremente. Enseguida nos vamos a lo máximo, haciendo que algo que lo pueda superar se quede sin un adjetivo adecuado. Si no han visto esta rutina, solo puedo decir: Pobre Lisa, pobre del que la vio, y pobre del que escuchó la historia.
Después de varios minutos de furia desmedida y castigo verbal, Louis se cuestiona a sí mismo. Admite que ahora tiene menos paciencia, y es por culpa de sus hijas, por la gente con la que tiene que convivir por ellas. Y no, no por sus amigos; los papás son el problema. Papás quejándose de sus hijos por las cosas que hacen, pero que los mismos padres pueden prevenirlas. ¿Tu hijo come mal? Dale de comer cosas saludables. ¿Tu hijo ve mucha televisión? Apágasela. Pero no, ¿cuál es la salida fácil? Quejarse, regañarlo, pegarle. C.K. no lo hace, porque él no tiene que trabajar 40, 50 o 60 horas semanales. No tiene ese agotamiento físico y mental que otros padres tenemos, o que su madre tuvo con él. Él solo quiere no arruinar a sus hijas, y al menos, aparentemente, no lo ha hecho. Pero su estupidez casi lo consigue con su hija Kitty (en ese entonces, de siete años), con temas como el fin del mundo y ponys.
Louis CK termina con una graciosa estampa de lo que es un día normal en su casa (si se le puede llamar “normal”), con Kitty como testigo de las excentricidades de su hermana (de tres años) y el insomnio, la ira y la estupidez de su papá. Con toda esa locura, ¿en qué momento iba a conseguir novia? Sobre todo, con lo que tiene, tanto física como medicamente. Y lo peor: mostrarle sus genitales a una nueva persona, pero a los cuarenta y tantos (de él, porque aparentemente, su pene es Benjamin Button, y sus testículos son Jack Powell). Así que, en vez de irse con alguien de su edad, C.K. decide buscar a alguien más joven (y vaya que lo logró), no solamente porque estarán menos afectadas, sino porque la competencia (hombres jóvenes) en ese segmento no saben como tratar a las mujeres con sutileza. Y sí, Louis C.K. estaba dispuesto a todo, a todo, por lograrlo… Ya lo verán.
¿Qué pasó después?
Hilarious estuvo nominado a dos Emmys, y ganó un Grammy. Si Chewed Up (su anterior especial, del cual hablaremos en otra ocasión) le trajo cierta fama, Hilarious lo catapultó. Ese mismo año se empezó a transmitir Louie, su segunda serie, que ahora sí fue un éxito por cinco años. La década empezaba bien para C.K , parecía que no podía equivocarse… Y no, no se equivocó en esa década. Lo hizo cinco años antes, al pedirle a compañeras suyas que vieran como se masturbaba. A título personal, creo que Louis manejó la situación con lo menos (que, a la vez, era lo mejor) que podía hacer: Reconocer su error, y pedir disculpas. Es todo lo que diré por el momento.
Hilarious estableció la persona de Louis C.K. en la escena del Stand Up como un hombre de edad media consciente de quien es, como es el mundo, lo que está mal, y criticarlo abiertamente. No hay tema del que huya, aunque realmente no hay una carga política en sus primeros trabajos. Tal vez no tenía motivos, hasta que llegó el 2017. Siempre nos quedaremos con la incógnita de las rutinas que hubiera podido hacer durante el mandato de Trump si no hubiera hecho lo que hizo. Hubo una seguidilla de apariciones en Saturday Night Live, con buenos sketches, pero definitivamente mejores monólogos.
Frases Memorables de Hilarious (en orden cronológico)
1.- Un divorcio son siempre buenas noticias. Sé que suena raro, pero es cierto, porque ningún matrimonio bueno ha terminado en divorcio.
2.- Siempre es un momento raro en la vida de un hombre: El momento después de que te vienes, y la realidad viene a toda prisa de vuelta… Eres como Hulk cuando regresa a la normalidad.
3.- Problemas de gente blanca. ¿Sabes lo que es eso? Es cuando tu vida es increíble, así que inventas cosas para molestarte.
4.- Hoy en día nos vamos a lo máximo con las palabras. “Güey, ¡fue sorprendente!” ¿De verdad, te sorprendió? ¿Una cubeta de alitas de pollo? ¿Qué vas a hacer ahora con el resto de tu vida?… Usaste “sorprendente” en una canasta de alitas. Te limitaste verbalmente a una vida jodida.
5.- (De los niños) “Es que es un dolor de huevos”. Bueno, pues tú te cogiste a una mujer y un bebé salió de su vagina, ahora tienes que ser paciente.