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Expuesta, de Sofía Niño de Rivera (2016)

Temas: Provincia de México, señoras, Shazam, bebés, gemelos, maternidad, Stand Up, aeropuertos, relaciones, ginecólogos, desmayos, convulsiones, pruebas de embarazo, México, comida mexicana, Chapultepec, Virgen de Guadalupe, Última Cena

Disponible en: Netflix.

¿Qué significa para mí este especial?

Tengo que admitir que Expuesta fue mi primera experiencia en el Stand Up hecho en México. Haciendo memoria, seguramente ya había escuchado algo de los O’Farrils, o de los Escamillas, pero el primer especial completo de Stand Up que tuve a bien ver fue este, a recomendación de (redoble de tambor irónico) una muy querida tía mía. Me daba mucha curiosidad como alguien de 50 y tantos, tan normalmente seria y recatada, pudiera disfrutar una manifestación artística considerada popularmente “vulgar, simple, tosca”. El especial tarda casi 80 minutos, pero Sofía Niño de Rivera hace que parezcan 30. Cada rutina es cuidadosamente relatada elaborada, gráfica y, lo más importante, identificable. Todos batallamos con nuestro cerebro tonto, todos hemos crecido y cambiado, o visto familiares crecer y cambiar, todos sufrimos o hemos visto sufrir a alguien por los Tuppers, y así podríamos continuar.

Sofía viene a ser parte de este tridente de Stand Up en México que irrumpió en el 2016 en Netflix, junto a Carlos Ballarta (El Amor es de Putos) y Ricardo O’Farril (Abrazo Genial). Franco Escamilla venía haciendo camino desde hacía tiempo, pero algún motivo no habrá lanzado algún especial en ese momento para dicha plataforma. Pero la importancia de Niño de Rivera, de este especial y el momento en que salió, la puedo describir en dos puntos: Puso a la mujer a la par del hombre desde el principio; y no solamente lo logró con un “soy mujer, tengo que salir”, sino con un gran especial. Honestamente, no entiendo a sus detractores, y no pretendo decir más de ellos que eso: No los entiendo. Yo agradezco que tengamos a alguien como Sofía Niño de Rivera en la escena, agradezco los temas que aborda y la manera en que lo hace, e igual de importante, aunque tal vez no vaya con el tema: Agradezco la labor social que hace con Reinserta. Demostrando que lo “mala persona” que puedas ser en el escenario (y Sofía es una perra hecha y derecha) no tiene nada que ver con que puedas señalar que está mal en la sociedad, y hacer algo para cambiarlo (los hashtags son bonitos, pero no pagan cosas).

El Especial

Expuesta empieza con Sofía Niño de Rivera dejándonos bien en claro hacia donde va: Ustedes, los de adelante, agárrense. Hace un juego de acentos comparando a la gente de provincia con la gente de la ahora CDMX. A final de cuentas (y lo digo desde mi perspectiva provinciana), todos los chilangos tienen familia en otras ciudades, y de alguna manera permea en la capital de nuestro país. Ese cambio de acentos es un reto para Sofía, y aprovecha para desplegar el talento que tiene para hacerlo, además de otro talento completamente inservible (sus palabras, no las mías), pero que arranca risas entre el público. A continuación, empieza a enumerar los clichés de provincia, que hay uno con el que particularmente tengo problemas y nunca lo he entendido: ¿Por qué le dicen “tío” y “tía” a los papás y mamás de nuestros amigos (yo no)? ¿No se dan cuenta como confunden a la gente? ¿Qué tiene de malo el “don” y “doña”?

Niño de Rivera continua con una parte que seguramente a su mamá no le hizo mucha gracia, porque describe lo que fue la niñez de la señora (caza de animales incluida), tomando “leshe bronca” (en el especial lo explican, para los que no sepan), comiendo animales crudos y remedios caseros, a manera de explicar que las personas de provincia somos más tontos que los de la CDMX. Y no es sólo su mamá, se extiende por la familia, y esos genes forman parte de su cerebro pendejo. Como cuando intentó descifrar como funciona Shazam. Aquí tiene que hacer una pausa, por si hay señoras que no conocen la app para reconocer canciones. Y sí, Sofía ya tiene 34 años (al momento de Expuesta), ya no es una jovenzuela. La edad se empieza a notar, comienza a hacer estragos en ella. El peinado crepé todavía no, pero los gritos al caerse sí. El baile de cumbia en todo momento no, pero el olvidarse de los nombres de las cosas sí. Pero lo definitivo son los Tuppers: una señora sufre cuando entrega uno, casi casi como si fuera un hijo o hija. Es más, hasta a un hijo o hija lo amenazas cuando se lo entregas. Eso es de señora, innegablemente, ¿a poco no? A final de cuentas, regresa a explicar cómo funciona Shazam según su cerebro, y aunque definitivamente no funciona como lo explica (para los que no saben, es una serie de reconocimientos entre el ritmo, la melo… Bueno, investíguenlo para que sepan), suena mucho más divertido en su versión que en la realidad.

Sofía quiere sorprender a su novio. Vio en una película que una chava se “hizo” un bikini de crema batida, y pensó “claro que sí”. Sacó la crema del refrigerador, y procede a aplicárselo en las partes correspondientes. Pero lo que probablemente no tomó en cuenta es que en México hay más calor, o que, ¡era una película! El caso es que tuvo que hacer una especie de limbo para salvar el momento… Pero aparentemente, lo que no pudo salvar fue la relación. Y la culpa de eso fue, definitivamente, su cerebro pendejo. Y podrán pensar que es una especie de “ying yang”, donde si hay un cerebro pendejo, el otro es inteligente. Pero no, no en el caso de Sofía. Porque si una parte de su cerebro es pendeja, la otra parte es inmadura. ¿Qué tan inmadura? Bueno, vean como le fue en su clase de yoga (con nuevas poses desconocidas). Pero así como puede ser muy inmadura, de repente salta a temas como la creación del Universo, Dios, su futura descendencia (otro ejemplo de no se tomen las cosas tan en serio: en este especial dice que no quiere tener hijos, y al momento de escribir ya va por el segundo) y demás temas casuales y mundanos. Ya entrados en tema con los niños, y la flojera que es cuidar a un bebé, Niño de Rivera presenta una interesante reflexión: El humano es el ser de la creación que es inútil desde que nace hasta los 25 años. Y sí, si nos comparamos con las demás criaturas del Señor, vemos que son procesos diferentes. Sí, tal vez más básicos, pero mucho más rápidos que con nuestra especie. Para cerrar esta parte, tema polémico: bebés feos. Me considero afortunado de no haber visto en persona un bebé feo. Y tal vez es la parte de ser papá, pero no recuerdo bebés feos de frente. Ojo: Niños y niñas que crecieron muy “perjudicados”, claro; y niños y niñas insoportables, por supuesto, pero eso ya es tema con los papás.

Sofía Niño de Rivera sabe que tiene al público cautivo, expectante, y se da el tiempo para tirar bromas al respetable que caen de lujo, antes de pasar a la siguiente parte del especial: La maternidad de alguien que todavía no es madre. Porque todas tienen (también los papás) estas preconcepciones de qué van a hacer con sus hijos cuando los tengan, pero es una realidad completamente diferente al tenerlos. Y habla del dilema de los niños en los baños de mujeres, de los frutos de los arbustos que nos dijeron que son venenosos (y aquí Sofía hace -¿inconscientemente?- un “llamado” a su siguiente especial, Selección Natural), y las frases de “en mi época”. Después de una muy breve reflexión de los celulares, Sofía hace un poco de comedia para comediantes, y habla de las bondades de dedicarse al Stand Up: verle el lado cómico a la vida, aprovechar tus situaciones malas para hacer rutinas (mención especial a Hugo “El Cojo” Feliz, del que habla Niño de Rivera y del que hablaremos nosotros más adelante), y con esto, lograr el objetivo último del Stand Up: hacer reír a la gente. Para esto, Sofía nos cuenta de su experiencia en el aeropuerto, con los diferentes filtros que tienes que sortear, incluyendo una revisiones bastante “inusuales” que le pidieron (culpa de los nervios de la empleada); así como la vez que un ex novio la acompañó a su cita con el ginecólogo (aparentemente “ex” a raíz de eso). Lo único que podemos concluir es: amigos, a menos que nos los pidan nuestras novias/esposas, ¡no vayamos a la cita con el ginecólogo (o ginecóloga)! Sofía continúa con una anécdota más intensa: cuando se desmayó en un restaurante (afortunadamente nada de gravedad), pero cuando le hacen las preguntas de rutina para saber si no hubo daño cerebral, descubre una oportunidad: hacerle preguntas que asusten a la gente. ¿Han aplicado la de que cuando alguien se acaba de despertar y le dan la hora incorrecta? Pues así.

Después de hacer una demostración de la aventura de las pruebas de embarazo (desde comprarlas hasta usarlas) y el drama que tienen que pasar las mujeres al momento de realizarse una (sobre todo si no es planeado), Niño de Rivera habla de unas de las bondades de hacer Stand Up en México: somos un país ridículo. Y ese es un tema difícil, porque los mexicanos normalmente somos celosos de nuestras costumbres. ¿Qué duele más, que nos critiquen o que seamos autocríticos? Nada más falta recordar el término “malinchista” para responder la pregunta. Mexicano no mata mexicano. Es un dogma, y Sofía lo ataca de frente, y con lo segundo más sagrado que puede tener un mexicano: la comida (lo primero es la Virgen de Guadalupe, ¿no? ¿O cómo es ese Top 5 de Cosas Sagradas para un Mexicano?). Y es cierto, tenemos platillos que son la envidia mundial, pero hay otros que… No es que no sean deliciosos, pero Sofía nos hace ver que no hace falta un recetario para explicar algunos platillos de nuestro país. Y así continua esta rutina, hablando de los limosneros, enfermedades estomacales, el “toques toques (desde la perspectiva tanto de los participantes como de los testigos), Chapultepec y sus ardillas, hasta llegar a las cosas que nos hacen sentir orgullosos que realmente no deberían de hacernos sentir orgullosos. Y para terminar, ¿qué tal si Niño de Rivera nos cuenta su teoría de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, y su propia versión de su aparición con San Juan Diego? Con un relato mucho más realista y un lenguaje más moderno, Sofía arranca una serie de risas y carcajadas del público a una velocidad y eficiencia impresionante. Hay momentos que ella se tiene que aguantar la risa de lo que está diciendo. Y creo que esa es la mejor evidencia de una rutina bien escrita: que a pesar de que el o la comediante la han dicho hasta el cansancio, sigue siendo graciosa para ellos. Y es gracioso para el o la comediante, será gracioso para el público. Un punto importante: Sofía Niño de Rivera no se burla de la religión para ser graciosa, sino que utiliza la religión y sus imágenes para criticar la sociedad en la que nos hemos convertido. Hablando de reggeatón, Justin Bibier, selfies y hashtags, nos obliga a ver lo deteriorados que estábamos hace cinco años, y como realmente no hemos visto un avance en este tiempo. Si puedes criticar a alguien mientras lo haces reír, no sé ustedes, pero para mí es señal de que algo estás haciendo bien. Y sí, Expuesta está hecho muy bien.

¿Qué pasó después?

El éxito de Sofía Niño de Rivera fue impresionante. Giras por toda la Republica Mexicana (no pude ir a su show en 2017, pero tuve la fortuna de poder ir al del 2019; otro día les contaré esa anécdota), presentación con Conan, escándalo y cancelación de su presentación en Ciudad Juárez, polémica con Martha Debayle, serie en YouTube Premium. Esta mujer estuvo en todos lados, todo el tiempo, durante un prolongado lapso. Y la gente no se cansaba. Con el talento que tiene, no hay panorama cercano de que se vayan a cansar pronto, afortunadamente.

En su primera plática de TED, Sofía hace un punto muy interesante: aprende a echar la hueva. En el mundo competitivo de hoy en día (sin meterme al tema de la pandemia que estamos atravesando), parece que tenemos que trabajar 24/7, y hasta un poco más, para lograr el objetivo que tengamos. Y sí, puede ser cierto, pero por un periodo de tiempo. No somos máquinas. Niño de Rivera renunció a su trabajo de oficina, y decidió incursionar el Stand Up, en un momento donde no se hablaba tanto de eso como hoy en día, que tenemos una gran variedad de intérpretes. Debemos estar agradecidos que lo haya hecho, reconocérselo, y que nos sirva de ejemplo, a aspirantes de comediantes y no: luchemos por nuestras metas, que si hacemos bien las cosas, las recompensas llegarán a su debido momento.

Nota: No hablo de la actualidad de Sofía, ya que ese será tema cuando hablemos de su siguiente especial en Netflix, Selección Natural. No sé si consciente o inconscientemente, pero el término “selección natural” es utilizado en algún momento durante Expuesta.

Frases Memorables de Expuesta (en orden cronológico)

1.- Entonces yo ya tengo la responsabilidad de tal vez no tener hijos. Porque yo ya sé genéticamente lo que tengo y me parece una falta de respeto, a mí no me preguntaron, nada más me hicieron nacer y fue de “y con estos pedos, toma; órale, vas, a ver cómo chingados le haces”.

2.- Odio a los bebés feos, y odio más a las personas que tienen bebés feos, ¡y no saben! ¡Y lo sacan! ¡Y te lo enseñan!

3.- No puede seguir una relación después de que alguien vio tu cérvix, ¡no hay manera!

4.- “¡Una prueba de embarazo! Claro que sí, ¿cuál quiere? Tenemos varias, ¿cuál quiere?” La que me diga que no.

5.- (Los chilaquiles) es tortilla, con queso, con crema, con salsa; le puedes poner frijoles, pollo. “Ah ok, ¿y las flautas?” Es tortilla…

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