Alone in Vegas, de Garry Shandling (1984)
Temas: Las Vegas, Joan Rivers, gratis, Keno, fast food, bebés, perros, campamento, pescar, educación sexual, lunar, Disneylandia, moda, hombres velludos, lentes, sexo.
Disponible: YouTube.
¿QuIén es Garry Shandling?
Garry Emmanuel Shandling fue un comediante, actor, director y escritor norteamericano. A pesar de que solamente hizo dos especiales hace varias décadas, la revista Rolling Stone lo coloca en el lugar 40 en ese top de Stand Up en el que a veces estoy de acuerdo, y a veces me hacen producir bilis en exceso. Con esta información, tal vez se pregunten: ¿Por qué incluirlo en dicha lista, o en éste, su blog favorito de Stand Up, si no tiene una cantidad considerable de material? Amigas y amigos, esa es la pregunta incorrecta. La pregunta que nos debemos de hacer, es: ¿Qué tan bueno es el material de Garry, que con solamente dos especiales se “coló” aquí?
Que se me vengan a la mente, Eddie Murphy y Robin Williams estarían en el mismo grupo de talentosísimos comediantes con quienes no debemos tomar en cuenta la cantidad, sino la calidad de su trabajo (ojo: no es que por tener muchos especiales te vuelvas automáticamente bueno o buena; Dios sabe a quiénes me refiero) Una diferencia importante, y probablemente la razón porque la que Shandling no sea tan reconocido en nuestro país, es que a diferencia de Eddie y Robin, él trabajó más en la televisión. Pero bueno, basta de suposiciones, y vamos a lo que realmente importa: prepárense, que estamos a punto de comenzar.
El Especial
¿Se imaginan escuchar los comentarios acerca de cómo se hace el intro de un especial de Stand Up? Pues Garry Shandling nos ayuda bastante llevando este concepto a la realidad, con explicaciones que parecen más tutoriales modernos de videojuegos. A continuación, viene probablemente uno de los sketches (u “open cold”, si eres fan de los sitcoms de este milenio) más largos en la historia del Stand Up, que nos “muestra” toda la aventura que atravesó Garry para viajar a Las Vegas, porque Patty, su novia de ese entonces, no quería acompañarlo (porque el “otro” estaba libre). Total, acaba convenciendo a su camarógrafo para que lo acompañe. Hay algunos chistes durante el vuelo, acerca de las instrucciones y del piloto, hasta que finalmente llegan a su destino. Aparentemente, Patty reconsidera acompañar a Shandling en el viaje, y eso podría ser algo bueno, porque el tipo se nos está cayendo a pedazos, hasta que acaba buscando a Joan Rivers para que lo consuele. Tal vez suene raro, pero es una Joan más joven, probablemente pre cirugías, así que tal vez… No. Lo hunde más, como era de esperarse. Bueno, el pobre hombre ni siquiera con una prostituta logra “arreglarse”, así que solo, caliente y triste, empieza su especial.
Después de un aplauso prolongado, Garry Shandling pregunta quiénes lo han visto anteriormente, y son muchas personas, así que… Nada de reciclar material viejo. Pero eso no es problema, porque escribe todos los días. No de los eventos del momento, por una situación con su vecino y la suscripción al periódico (que probablemente eso lo orilló a hacer lo que comenta Garry). Pero su predilección por las cosas gratis no termina ahí: nos presume la pluma que obtuvo de su banco, así como un calendario y una placa. Lo peor es lo de la lavandería, pero no es de extrañarse: si desde niño lo hacía con el salami de la tienda, y ya sabía como “librarse”, ¿qué podíamos esperar? Shandling quiere conocer al público: quiénes están de visita, quiénes están ganando dinero (ilusos), quiénes están perdiendo (realistas), y quiénes lo están recuperando en el buffet (ilusos con sed de venganza). Eso sí, de todos los juegos que tiene Las Vegas para ofrecerte, ¿por qué hay gente que juega keno (lo tuve que investigar: es una mezcla entre bingo y lotería)? Garry Shandling no lo entiende, y hasta propone una alternativa más “eficaz” al juego (siendo realistas, cualquier cosa sería mejor).
A continuación, despotrica un poco acerca de los restaurantes de “fast food” (de hamburguesas, en específico), y Garry comenta que está intentando comer más sano. De hecho, en una de las veces que comió en un lugar de comida saludable, el “efecto” fue inmediato. Habrá sido muy bueno para él, pero seguramente no fue lo mismo para las personas que lo vieron. Pero regresemos a su estancia en el restaurante: había gente bastante peculiar, incluyendo a una mujer que se atragantó con la comida, y otra mujer amamantando a su bebé, un momento un poco incómodo para Shandling, ya sea por “celos”, o por tener que dirigir su mirada a otro lugar. Y ya que estamos hablando de bebés, nos cuenta acerca del bebé de sus amigos (no muy agraciado, por cierto), y esta idea de que “el bebé, y todo lo que haga, es bellísimo”. Bueno, ¿y si le revisan el pañal, también es “bellísimo”? Al menos, ya tiene una idea para “regalarle” algo a su amigo. El caso es que para él, es complicado entender a las parejas que tienen bebés, porque él no tiene bebés… Ni pareja. Lo que Garry Shandling tiene son perros. Específicamente, uno de ellos ya está muy viejo. Aparentemente, él sabe cómo tratar a un perro de esa edad, pero Lorne Green (un actor, supongamos que son amigos), ¡espera cosas de su mascota que ya no van!
Los animales no son lo suyo, pero está acostumbrado a ellos, porque le gusta ir de campamento. Una vez que fue, le dieron un folleto con los procedimientos a realizar si se encontrara con un oso. Lo primero que te dicen es “no irrite al oso”. Garry se pregunta cuánta gente quedará decepcionada con esta indicación. Porque, ¿a cuántos de nosotros nos encanta andar molestando osos al aire libre? Otra de las actividades que disfruta es pescar, aunque no es muy bueno. Su papá, que fue el que le enseñó, es tan bueno, que no solamente pesca… Pues, peces (o pescados, depende del momento en qué se realice la actividad). El señor logra pescar, ¡aves! Eso hace que las anécdotas se vuelvan mucho más interesantes. Cambiando abruptamente de tema, Shandling ahora platica acerca de la educación sexual, de lo terrible que eran los videos en la escuela. Este tema sirve de transición para hacer una pequeña encuesta acerca del estado sentimental del público: los solteros y los casados (la gran mayoría del público), los que viven en unión libre (era 1984, todavía era mal visto en Estados Unidos), y los divorciados, para los que tiene una sugerencia bastante interesante al final del trámite.
Y bueno, ahora Garry Shandling está soltero, porque hay cosas que puede tolerar de sus novias, pero lo que hizo esta vez… No, no, no. Tuvo un momento en que se deprimió, y seguía atrás de ella, pero ya reconsideró, y está listo para salir de nuevo, pero tiene una sugerencia para las mujeres: acérquense ustedes a los hombres, porque nosotros somos sencillos, es muy difícil que digamos que no. En cambio, para Garry, es bastante complicado: el pobre hombre ha escuchado todas las excusas habidas y por haber. Una vez, consiguió una cita con una mujer que tenía un lunar en su mejilla. A veces, el lunar puede ser una marca sexy, pero en este caso, ¡era todo lo contrario! Y no ayudó para nada que el mesero pensara que era un bicho, o algo similar. En esta rutina, se avienta un chiste que, hoy en día, lo tendría “cancelado” (o “funar”… Nos vamos modernizando). Con el éxito obtenido en el restaurante, Shandling decide arriesgarse, y la lleva a Disneylandia, un lugar lindo, donde puede hacerse ver bien (¿quién no se ve bien rodeado de niños?). El problema fue que se le quedaron grabadas las canciones de los juegos, y bueno, no tiene nada de interesante un hombre maduro cantando “It’s a small world”, o todavía peor, ¡que la mujer te la esté cantando!
Ahora, Garry Shandling se mete un poco en problemas, porque quiere hablar de los pantalones que compró, que no tienen bolsas traseras, y eso le complica, tanto con las cosas que va a llevar en el pantalón, como con la rutina en sí. Vemos como se atora, balbucea, y dice lo incómodo que se siente. Definitivamente, la moda no es su tema (¿o todo fue parte de la rutina?). Así que, mejor continua hablando de los hombres velludos: esos que sabes que tienen pelos por todos lados, no solamente en el pecho, sin importar la ropa que se pongan. Pero bueno, regresemos a su cita en Disneylandia, cuando ya están saliendo del parque, y ver qué “sigue” después. De entrada, están yendo a su nueva casa; con la anterior, tuvo un “malentendido” con el dueño, lo bueno es que ya la vendió. Total, que llegan a la casa, logran sortear a su perro, y llegan a la sala. El problema es que, a la mitad de tus treintas, no es tan fácil “emocionarte”, necesitas un poco de ayuda. Es una etapa complicada, porque sigues teniendo los mismos deseos que en tus veintes, pero tus ganas, tu apariencia y tu vista ya sean las mismas. Hablando de la vista y de los lentes, Garry se pregunta: la gente que le pide sus lentes a los demás para ver cómo ven, ¿harán lo mismo con los sordos que tengan su audífono?
¿Acabo bien esta cita? Es irrelevante: a Shandling no le interesa el sexo, prefiere los sentimientos, la confianza, el ser tú mismo. Algo así como lo que tienen sus papás; específicamente, su padre. El señor ya no tiene pena de nada, ni se guarda nada. Él es, y no le importa. Pero ojo: esto es un derecho que te ganas al casarte: no puedes estar saliendo con una mujer que acabas de conocer y estarte rascando en todos lados. Además, la ropa, ¿por qué los papás intentan verse jóvenes? Deberían aceptar su edad, y vestirse de acuerdo a ésta. Nada de trajes de baño ajustados: ¡póngase esos shorts holgados que casi le llegan al pecho! La edad te da esas ventajas, ¿a poco no es un placer comer bien, y mucho? Tanto, que te tienes que desabrochar el pantalón. Tal vez no lo han hecho, pero el papá de Garry Shandling sí. Y así menciona otras costumbres un poco vergonzosas, pero a final de cuenta, ¿cómo vas a estar en una relación en la que no puedas ser tu mismo? Después de unas bromas más acerca de sus padres, Alone in Vegas termina con otro sketch, mucho más breve, en el avión de regreso (probablemente en Los Angeles), con la reacción de la gente al ser invitados a la casa de Garry.
¿Qué pasó después?
Alone in Vegas fue el debut en el Stand Up de Shandling, aunque ya había escrito algunos episodios para unos shows en la década de los setentas. Frente a cámara, participó en el programa Make Me Laugh, en donde tres comediantes intentaban hacer reír a los concursantes (¿el papá de LOL, tal vez?). Como podemos ver, no contaba con muchos créditos, pero él era persistente. Bueno, si George Carlin te dice que escribiste algo gracioso, ¡definitivamente vas a seguir intentándolo hasta lograrlo! Eso le pasó a Garry Shandling a los 19 años, y 15 años después, llegó su primer especial. Nos encontramos de nuevo con un comediante “blanco” (por el humor, tranquilos), con ningún insulto durante su rutina (no recuerdo ni siquiera un “shit”, mucho menos un “fuck”; creo que, si acaso, un “asshole”).
Siempre me había causado curiosidad verlo, y era una asignatura que tenía pendiente desde su muerte, en el 2016. Tal vez no sean temas tan relevantes, y algunas rutinas tal vez ya no apliquen (la del teléfono de casa de sus papás es muy buena, pero no creo que un veinteañero la entienda). Eso sí: la cantidad de risas y carcajadas por parte del público es digna de llamar la atención. Hay un especial en el que parodia The Tonight Show with Johnny Carson, que probablemente no podremos reseñar. Pero todavía nos queda un especial más de Garry, ya lo analizaremos más adelante, y como debe ser: acompañados en casa; no solos en Las Vegas.
Frases Memorables de Alone in Vegas (en orden cronológico)
1.- Me encanta ir a la lavandería, porque ves a la gente con lo último que quisieran usar.
2.- Los que me conocen, saben que estoy muy solo. Pertenezco a un grupo: “sexo sin compañeros”.
3.- Un amigo mío se acaba de divorciar, le hicieron una fiesta de divorcio, y le mostraron el video de la boda en reversa, con la pareja alejándose al final.
4.- A la mitad de tus treintas, te empiezas a ver mal en la mañana. ¿No les ha pasado que se despiertan y se ven como la foto de su licencia?
5.- Mi oculista es muy raro. ¿Verdad que no te tienen que “rasurar” antes del examen de la vista?