Opinión: La bofetada de Will Smith a Chris Rock y sus consecuencias
Sí, ya pasaron varios días desde el incidente de los premios Oscar, ya leímos, vimos, escuchamos, opinamos y discutimos prácticamente todos los ángulos posibles de este bochornoso suceso. Pero siento que todavía hay algo que podemos analizar de lo sucedido, con un poco más de perspectiva. De entrada, y cómo lo dice el título: es mi opinión; si estás de acuerdo, gracias; si no lo estás, no pasa nada. Si quieres mostrar apoyo, te lo agradeceré; si quieres refutar un argumento, dialoguemos sin ofensas (casi no estoy pidiendo nada, ¿verdad? Yo sé, peco de inocente, pero confío todavía).
La ceremonia de premiación a lo (supuestamente) mejor del cine dejó de ser verdaderamente relevante desde hace muchos años. Hay gente que las sigue viendo, pero no con la misma intensidad del pasado, al menos que yo recuerde. Sí, hablo desde mi perspectiva. Ante esto, hay varias teorías que apuntan a que todo fue actuado. Que si la pose de Chris Rock, que si la risa de Will Smith. Además, la audiencia sí aumentó después del incidente; además, Chris anunció el mes pasado su nueva gira, y en estos días ha vendido una cantidad exorbitante de boletos, con un aumento en el precio de siete veces su valor original, a raíz del incidente. Pero, también hay que considerar que: Will insultó, algo que no es muy común en él (Jesse Plemons no insultó cuando Amy Schumer dijo que Kirsten Dunst era una “calienta sillas” -chiste que sí se vio planeado-), y Rock parece que va a responder, tanto física como verbalmente, a la agresión, y se contiene. ¿Conclusión? No creo que haya sido actuado, porque no es la “fama” que quisiera la Academia (supongo), y aunque de Smith me puedo esperar cualquier cosa (eso que hizo con sus hijos y con Jada de ventilar sus problemas me parece terrible, y en un momento lo analizamos con más detalle), me sorprendería sinceramente que Chris Rock se preste a este tipo de “trucos publicitarios”.
El chiste de Chris no fue el mejor, va. Pinkett ha hecho muy pública su situación, así que probablemente él estaba enterado (yo, por mi parte, ni en cuenta). Si no hubiera pasado esto, el chiste habría muerto en ese momento. Pero a ver, te invitan a ser el anfitrión de una ceremonia, obviamente vas a hablar de los invitados, y de la farándula en general. Y, no sé si sepan, pero Rock tiene tres décadas dedicándose a la comedia. No es la primera, ni será la última vez que haga chistes acerca de otras personas, así cómo también ha hecho chistes de sí mismo. ¿No vieron los Golden Globes con Ricky Gervais, y hasta con Tina Fey y Amy Poehler? El estilo dominante en estas ceremonias es hacer bromas de las celebridades, algunas más fuertes que otras. “Oye, pero no habían ofendido a la esposa de alguien”. Bueno, Ricky hizo alguna broma de Angelina Jolie, ¿lo abofeteó Brad Pitt? Y Jada, ¿adivinen qué? Es una celebridad, así que, están al mismo nivel. ¿Conclusión? Un comediante hace chistes, y los chistes necesitan “víctimas” (reales o imaginarias, individuales o colectivas). Algunos funcionan, otros no; a veces son muy nobles, otras son muy ofensivos, y te traen consecuencias (en este caso, fueron inmediatas). Hay hasta la posibilidad de que ni lo haya escrito Chris Rock, así que, perdón, pero no veo la “culpa” en Chris. Además, puntos extras por no presentar cargos ante las autoridades, porque bien que lo hubiera podido hacer.
“Oye, pero hizo un chiste de una condición médica”. Sé que este punto iba en el anterior párrafo, pero es más cuestión de la otra parte. A ver, seamos honestos: la señora tiene alopecia. No es ninguna enfermedad terminal, o algo que le genere una discapacidad. Una tía mía, a raíz del cáncer, sufrió una perdida considerable de cabello, y bromea al respecto. Y Jada, a diferencia de mi tía, tiene una cantidad de dinero suficiente en su cuenta bancaria para arreglar dicha situación. Ultimadamente, ¡ella fue la que decidió raparse! Es más, ¡subió un video diciendo lo bien que se sentía, y lo poco que le importaba la opinión de los demás! Claro, tiene todo el derecho de no reírse del chiste de Chris, así como toda la gente a la que no le causó gracia. ¿Conclusión? Rock aparentemente cruzó varias líneas, pero hablamos de alguien con una vida privilegiada, una celebridad de Hollywood, y con opciones para solucionar el problema que tiene, así que, perdón nuevamente, pero no compro el tema de “mujer” ni de “enfermedad”. Para mí, si estás dentro de la vida pública, eres susceptible a críticas. Además, la broma fue de su apariencia (que, insisto, Pinkett decidió), no de la condición.
Ahora, Will Smith. Primero se río del chiste, en el video se ve. Luego decidió que no le gustó, y abofeteó a Chris Rock. Fue una reacción del momento, con la emoción a flor de piel, y no se supo controlar. Pero, a ver (y este punto, para mí, es el clave): ¿Quién otro, si no Will, se ha encargado de hacer abiertamente pública su vida? Oye, que tus hijos hicieron no sé qué tanto por cómo los criaste, ¡es problema de ustedes! Que tienes una relación abierta con Jada, y ella ya tuvo relaciones sexuales con un amigo de su hijo, ¡ustedes resuélvanlo! Los Smiths tienen una adicción enfermiza a los reflectores. Y no me vengan con “la gente lidia con sus problemas a su manera”, porque si decidiste hacerlos públicos, te prestas a este tipo de situaciones. Perdón, pero ellos se han encargado de hacer de su vida un circo, y este domingo fue un capítulo más. Pero bueno, te ofendiste, reaccionaste, ¿y te quedaste? No me voy a meter con el tema de la deplorable seguridad del evento, pero, si ya estoy molesto, ¿para qué quedarme, a “exponernos” a que nos digan y/o hagan otra cosa? Ah, porque Smith sabía que venía su preciada estatuilla en camino, y ni de broma se iba a perder ese momento. Después de perderla cuando fue nominado por Ali y por The Pursuit of Happiness, quería (junto con su esposa) boicotear la ceremonia del 2016, porque no lo nominaron por Game Brain (Concussion), alegando racismo. ¿Se imaginan la clase magistral que hubiera dado si se iban? Es más, se los concedo: hasta después del incidente; que no hubiera pasado a recibir el Oscar. Los titulares hubieran sido algo como “Will Smith se retira de los premios Oscar después de incidente con Chris Rock”. Pero su ego se lo impidió, así que entre lágrimas, y ofreciendo disculpas a todos (menos a Chris), subió a recibir el premio, alegando “el amor te lleva a hacer locuras”. Así que, molesto por la ofensa a Jada, triste por lo que hizo, lo natural sería que se fuera a su casa a reflexionar. ¿Cómo, que lo vieron bailando en una fiesta? Pues claro, ¡finalmente lo consiguió! Una vez más, el ego: a celebrar a pesar de las circunstancias. Señoras y señores, cuando Patton Oswalt enviudó, y recibió su primer (y único) Emmy, no se fue a un after: se fue a un Arby’s a cenar y a tomar. “Oye, pero ya se disculpó con todos, hasta con Rock”. Sí, abrió Word, descargó la plantilla más genérica de disculpas que se puedan imaginar, y listo. ¿Conclusión? Lo de Will es indefendible para mí, le concedo que fue puesto en una posición muy incómoda, y que tuvo poco tiempo para “maniobrar”, pero tanto en sus reacciones inmediatas, como en sus acciones posteriores, creo firmemente que eligió las peores (o las más fáciles) en todo momento.
“Oye, ¿y quién eres tú para opinar de esto?”, se preguntarán. La respuesta: soy un apasionado del Stand Up, que cree en la libertad de expresión, para bien, y para mal. Soy alguien que, viviendo en uno de los países más inseguros del mundo, se sorprende que pretendan “castigar” a los comediantes por… hacer comedia, pero no nos importe con la misma pasión, con el mismo interés, lo que está pasando en nuestra sociedad (y ni me meto con la política; todos, TODOS, son prácticamente iguales). Soy alguien que no entiende el escrutinio a los que son objeto los comediantes por… hacer comedia, cuando estamos (todavía) en una pandemia, hay una guerra mundial a la vuelta de la esquina, además de desastres y problemas globales, y a las autoridades no las criticamos de la misma manera. La comedia trae risa, y la risa trae alivio. Eso es lo que tienen que hacer los comediantes, a veces lo logran, muchas otras veces fracasan. Pero la agresión física, eso no se vale. Por último (y si llegaron hasta aquí, sin importar que estén de acuerdo o no: ¡gracias!): hace aproximadamente ocho años, Hanibbal Buress hizo un chiste de Bill Cosby, y la reacción inmediata fue ofenderse, defender a capa y a espada a Bill. Decenas de demandas por acoso sexual salieron a la luz a raíz de esa rutina, y Cosby fue enviado a prisión (ya salió libre, pero esa es otra historia). ¿Se imaginan que Hanibbal hubiera sido “cancelado”? Nada más para que tengamos el contexto del poder del Stand Up, y por qué debemos estar dispuestos a unos cuantos tragos amargos ocasionalmente, a cambio de momentos y rutinas memorables.
